Friday, November 21, 2014

Síndrome de la Banda Iliotibial

Existen múltiples condiciones que generan dolor en las rodillas de un deportista. Algunas mas serias que otras y que requieren la intervención de un ortopedista, pues el dolor y inestabilidad pueden resultar incapacitantes y desencadenar complicaciones que pueden afectar la calidad de vida en el futuro.
También conocido como “rodilla del corredor” el Síndrome de Banda Iliotibial (BIT) es una frecuente molestia que se puede atribuir al sobreuso de esta articulación generando una inflamación de la BIT, estructura que se encuentra directamente relacionada con la parte anterior y externa de la rodilla. Se presenta especialmente en corredores de grandes distancias, también conocidos como corredores de fondo. Sin embargo aunque inicialmente fue descrita en corredores, no es una lesión exclusiva de este deporte y se ha encontrado en otros atletas como ciclistas, futbolistas entre otros.
Para entender mejor este fenómeno es importante revisar brevemente la anatomía de la BIT. Siendo una estructura fibrosa que tiene origen en la cresta Ilíaca anterosuperior, borde anterior del hueso ilíaco y discurre lateralmente por el muslo hasta su inserción en la parte superior (proximal) y externa de la tibia en el tubérculo de Gerdy, donde genera un complejo vinculo con las demás estructuras de esta región. (Figura 1). Su función es ayudar en la extensión de la rodilla y en la flexión después de los 30 grados además de darle estabilidad lateral a la articulación.
Dado que es una lesión por sobreuso y no por un trauma agudo, aún no se ha esclarecido bien el mecanismo que la genera, pero se reconoce que existen algunos factores de riesgo como la debilidad de los músculos abductores, anomalías en la marcha, incrementar el número de kilómetros semanales repentinamente, Genu varum (Rodillas separadas al caminar) entre otros, y sobre los cuales se trata de intervenir para evitar la recaída en esta dolorosa condición que obliga a los deportistas a parar abruptamente sus entrenamientos.
El dolor generalmente se presenta después de algunos kilómetros recorridos, y se caracteriza por ser en la parte externa y anterior de la rodilla en el momento en que la articulación se encuentra flexionada iniciando el desprendimiento de el pie del suelo, y cede cuando se detiene el ejercicio aunque en algunas ocasiones puede prolongarse varias horas después de la actividad. Generalmente no se asocia con derrame articular (incremento del liquido articular por inflamación dentro de la articulación) ni a bloqueo mecánico de la articulación siendo estos, signos de alarma y que requieren revisión por un especialista de ser identificados.
Al experimentar estos síntomas se debe de ser evaluado por un profesional quien intentará reproducir el dolor con algunas maniobras y determinará el mejor plan a seguir para evitar la recurrencia y el desarrollo de lesiones cada vez mas complejas. El atleta esta sujeto a una posible recuperación que varía entre 6 y 12 semanas, y que requiere un plan de ejercicios manejados por fisioterápia para determinar los posibles factores causantes como alteraciones en la biomecánica de la marcha y el fortalecimiento de algunos grupos musculares que contrarresten las deficiencias posturales del corredor principalmente.
Ser diagnosticado con esta lesión indica la pausa total de la actividad desencadenante pero no significa el cese total de actividad física. Al contrario, es cuando se requiere intercambiar el deporte que genera los síntomas por otras actividades como entrenamientos de fuerza, natación, ciclismo (con cuidadosa corrección de la postura y la técnica de pedaleo) entre otras, para evitar el des-acondicionamiento, fortalecer la musculatura y facilitar el regreso a la actividad principal sin mayores contratiempos Una modalidad interesante y que ha mostrado resultados en la recuperación es el incremento del numero de pasos por minuto en alrededor de un 5% pues esto permite una mejoría en la disposición de la BIT con lo que mejora la fricción y sobrecarga de esta.
El síndrome de BIT es una condición incapacitante y que puede frustrar el entrenamiento para una competencia o un evento significativo. Reconocer sus características requiere de un mínimo conocimiento de su anatomía y las posibles causas de esta entidad. Consultar con un especialista, evitar la actividad desencadenante, adherirse a un plan de ejercicios para fortalecer la musculatura y mejorar la biomecánica al correr o realizar otra activad así como las medidas generales de desinflamación (aplicación de hielo y en ocasiones antiinflamatorios no esteroideos) hacen parte del tratamiento. La recuperación total puede requerir de 6 a 12 semanas y varía entre los diferentes atletas, el tipo de condicionamiento pre-lesión y otras posibles comorbilidades médicas. Si usted cree sufrir de esta lesión consulte a un ortopedista o médico deportólogo para ser evaluado y conseguir un pronto retorno al entrenamiento físico que le apasiona.

Preparado por:
Miguel Vega
Para SCMD
Noviembre 2014

Referencias:
1.    María Isusi Fontán. Hallazgos en resonancia magnética en el síndrome de fricción de la banda iliotibial. A propósito de dos casos. Radiología. 2007;49(6):433–5.
2.   Jackson, Johnatan. Iliotibial band syndrome. In: UpToDate, Post TW (Ed), UpToDate, Waltham, MA. (Accessed on November 10, 2014.
3.    Darrell J. Allen. Treatment of distal iliotibial band syndrome in a long distance runner with gait retraining emphasizing step rate manipulation. The International Journal of Sports Physical Therapy. 2014 Apr;9(2):222.
4.    François Lalonde. ITBS: Noninvasive Solutions for Runners. American College of Sports Medicine. 2013;17(5):9–13.



No comments:

Post a Comment